viernes, 6 de julio de 2007

Cursis enamorados.

El dolor de cabeza y el pulso provocado por "bajar" de Santa Fe al WTC en 25 minutos taladraban mi cabeza. El Zizagueo entre el tráfico apenenas formandose en Constituyentes, reforma, periférico y Viaducto a 90/110 Km/Hr. Sin comer, venido del trabajo fuera de la oficina los sentidos buscan tranquilidad y volver a la normalidad.

Ya me estaba esperando sentada en una silla frente a esa mesa de madera... El beso, el extrañamiento, su aroma... La hora de pedir los cafes y comienza mi "jueguito" de confundirla diciendo cosas sin sentido, cambiando tiempos, definiciones y trasjiversando las cosas. Pero esta vez el jueguito me confundio a mi y que me equivoco comprando los cafes ¿Quién fue el confundido?. Moka Blanco Frio sin Chantilli y pedido Moka Frio sin Chantilli... Jajajajajja.

Tantos recuerdos de ese establecimiento en los últimos años y los primeros que me vienen a la mente son los de nosotros dos.... Nos cambiamos a unos silloncitos, los del rincon, los apartaditos...

De pronto estoy recostado en sus piernas y me esta mimando, apapachando y consintiendo. Mi dolor de cabeza se desvanece, mi tensión desaparece. El ruido y escándalo del sitio se dilullen con sus besos y la gente desaparece en mi mente: solo ella y yo.

La escena maravillosa de sentir su abrazo y caricias mientras su cabello con el que llevo toda la noche jugueteando flota sobre mi. Sus ojos brillan... brillo de amor, de ternura, de fleicidad. Las sonrisas se escapan de mi rostro y mientras se inclina para besarnos no dejo de mirar aquella escena que se graba con fuego en mi mente, corazon y alma. Cierro los ojos y me pierdo en aquel beso mientras siento lo que vivo y vivo lo que estoy sintiendo.

A momentos veo gente pasar frente a mi... Sus miradas examinan la escena romántica que solo ella y yo protagonizamos. ¿Tan extraño es ver el amor verdadero en apogeo? ¿Tan mágico y único es que el universo confabule para que un alma se una por el amor? La respuesta es, si.

Me pierdo en nuestras palabras, analogías a futuro, sentimientos del presente... En nuestro amor. Ella y yo, nuestro amor y una vida para disfrutarlo.

Sus ojos expresivos de lo que tenemos; su besos alimento del alma; sus caricías reactivos explosivos de mi ser. Su cabello tan hermoso, tan acariciable por mis dedos, provocando ese cierre de ojos para capturar la ternura en cada filamento oscuro.... Mi mirada delatora de que estoy amándola y seguiré hacíendolo por siempre.